@jmnunezsdb: El Adviento es un tiempo litúrgico para la esperanza. Durante cuatro semanas, los cristianos preparamos la fiesta de la Navidad actualizando el misterio central de nuestra fe: la Encarnación, Dios que se hace hombre, que coge nuestro paso, que se hace historia. Jesús de Nazaret es uno de los nuestros, Dios-con-nosotros, nuestro hermano. Como todos los acontecimientos importantes, preparamos la Navidad con esmero y detalle, poniendo a punto – sobre todo – nuestro corazón y disponiendo caminos que posibiliten el encuentro con el Dios de la Vida.
Sucedió una vez en la historia y, desde entonces, nada es igual. El amor de Dios, más fuerte que la oscuridad y que la muerte, ha iluminado las sombras y ha disipado la tiniebla del mundo. Jesús, el Verbo encarnado, ha dado sentido a la existencia de las personas porque en El hemos experimentado el abrazo de ternura y de misericordia de Dios. Su Palabra, hecha carne, abriga el alma de todos los que buscan orillas más cálidas desde las que vivir compartiendo el camino, como Jesús, aliviando la carga de quienes más fatigan para salir adelante.
Pero no solo recordamos cuanto sucedió sino que, experimentando la Presencia del Dios Viviente, alienta en nosotros la esperanza en un futuro más pleno que ya se acerca. Como se aviva la llama del rescoldo y las brasas, la brisa del Espíritu aviva nuestra esperanza y alienta nuestro caminar. Como hombres y mujeres comprometidos con el Reino, los cristianos levantamos la mirada y percibimos por delante un horizonte de plenitud hacia el que queremos seguir caminando con nuestros hermanos y hermanas. Codo a codo, paso a paso, junto a quien le cuesta más caminar, vamos adelante poniendo acogida y bondad en cada recodo del sendero. El Adviento nos invita a renovar la vida y el compromiso señalando la vereda por la que nos precedió nuestro Maestro.
Cuatro semanas para preparar la fiesta. Cuatro semanas para allanar caminos. Cuatro semanas para compartir la vida. Cuatro semanas para pintar el mundo de esperanza. Adviento es la certeza de que Dios viene a nuestro encuentro.
Durante los próximos cuatro domingos publicaré una invitación a vivir cada semana de adviento desde la esperanza y el gozo en la llegada de Jesús a nuestras vida, a nuestros corazones. No te lo pierdas.
La imagen de este artículo y de los próximos es de @pepemontalva