@fdxhh: Impulsado por la reacción que he observado en cientos de tuiteros a raíz de la abdicación de Juan Carlos I, no he podido resistir la tentación de escribir un pequeño artículo con algunas reflexiones que, desde mi humilde opinión, a más de uno no nos vendría mal tener en cuenta.
- La primera y quizás la más importante. No hables de lo que no sabes.
He leído muchos comentarios de gente pidiendo una república y otros tantos de gente diciendo que deberían volver los tiempos de Franco.
Al margen de posicionarme, me gustaría que te preguntaras a ti mismo con sinceridad: ¿Qué es una república? ¿Cómo funciona? ¿Qué cambiaría respecto al modelo actual? Esto lo digo únicamente por que se que más de uno no sabrá responder a la primera pregunta, no digamos al resto. Y lo mismo para el ejemplo contrario.
- La más complicada. Piensa antes de hablar, lo que digas que sea por ti mismo.
Dejarse arrastrar por la opinión de la masa es fácil (y puede que hasta reconfortante al sentirte parte de algo), pero puede traerte problemas. El identificarte públicamente con una ideología que quizás no conozcas en profundidad (y que con la que probablemente no estés tan de acuerdo como crees) facilita a completos o casi completos desconocidos a etiquetarte bajo su interpretación subjetiva de esa ideología.
Posicionarse no esta mal (ni mucho menos) pero no queda tan lejos la época en que por algo similar, te podían matar si tu vecino decía que eras »rojo» o »facha». Si te vas a jugar tu imagen (o incluso el tipo) que sea por algo con lo que estas firmemente de acuerdo.
- La fácil. Toda opinión entra mejor con educación.
Puede que estés furioso/a, pero acompañar tus opiniones con expresiones del tipo ‘Hostia puta ya!’, ‘Me cago en todo!’, ‘…de una vez, Joder!’ quizás no es la forma mas acertada para que te tomen en serio, ni la más agradable para los lectores que se encuentran con tu comentario… Y más si hasta hoy nunca se vio una queja tuya sobre el tema… Extraña.
Con todo esto amigos quiero decir; Twitter es un espacio para expresarse libremente, pero recuerda que la gente es igual de libre para interpretar tus tuits.
No olvides que cualquier opinión, cuanto más fundada sobre datos reales y mayor conocimiento del tema, mejor recibida será y menos denigrante para los demás y sobretodo, para ti mismo.
Piensa antes de escribir siempre y… ¡A debatir!