@jimenezjosel: Seguro que muchos ya habéis escuchado y leído la noticia, hace unas semanas ya, murió Carlo María Martini. Y si habéis leído con atención os habrán dicho que era una voz contestataria dentro de la Iglesia, que fue un candidato a Papa en la última designación de los cardenales. Para mí, ha sido otra cosa: ha sido el obispo de los jóvenes.
Por poneros en situación, Martini era un sacerdote jesuita, nacido en Turín, fue ordenado obispo y le asignaron la diócesis de Milán, una de las más importantes del mundo. Y aparte de las lógicas labores episcopales, decidió que los jóvenes eran una prioridad en su labor pastoral, pero no como un mero folclore en el que una vez al año llena la catedral de jóvenes, sino como un proceso de escucha en el cual el protagonismo juvenil adquiere una nueva dimensión.
Momentos de encuentro, talleres personalizados de oración y Biblia, oraciones y lectio divina con palabras cercanas y certeras para los jóvenes. Un modo de mostrar un rostro joven de la Iglesia, todos los días en lo cotidiano y lo cercano. Y cuando te expones a escuchar, cuando abres tus orejas y tu corazón siempre ocurre un hecho en el que creo que el Espíritu tiene mucho que decir: te vuelves receptivo, abres caminos de diálogo en contraposición a permanecer cerrado y en la trinchera.
Aparte de todo esto que os he contado, Martini era un estudioso y enamorado de la Biblia, escribió multitud de libros, de algunos os hablaremos en otra ocasión, aunque si tenéis tiempo os recomiendo uno de sus últimos libros: Diálogos Coloquios nocturnos en Jerusalén.
Disfrute de la presencia del Padre, Carlo María.