33, Luces y sombras

Publicado en 17 enero 2014  

@pablitorf: Tenía tan buena pinta que era casi imposible no ir a verlo. Estas navidades se ha presentado, tras muchos meses de ensayo, el concierto de “33, el musical”. Un pequeño plato para ir abriendo boca del nuevo proyecto de Toño Casado.

33 es la representación de la vida de Jesús, un enfoque más actual y renovador de lo que pudo suponer Jesucristo Superstar en su época. Así me lo tomé yo por lo menos cuando el domingo 29 de diciembre fui a ver el concierto.

Escena de la representación en el teatro el recuerdo

La verdad es que tuvo una puesta en escena espectacular, de la cual destacó el gran papel del equipo de luces. Me gustó mucho, disfruté enormemente ese rato rodeado de mi gente, dado que parecía que estabas en familia al estar rodeado de tanta gente conocida. Supongo que el resto de artículos sobre el musical no trataran estos temas, por lo que me gustaría enfocar un punto de vista más crítico de lo que vi.

En cuanto al ambiente y la puesta en escena, no puedo decir nada malo. El teatro era espectacular y repito el grandísimo papel de las luces, el cual me dejó asombrado.

Desgraciadamente, los que conocemos o creemos conocer un poco la obra de Toño salimos desilusionados del concierto por lo poco innovador de sus canciones. Se podían identificar fácilmente las canciones con otras canciones anteriores o con el mismo himno de las JMJ que compuso Toño para la visita de Benedicto XVI a Madrid.

La primera parte de la obra es un poco “floja”, le falta continuidad y fuerza, al igual que al actor que daba vida a Jesús. Por contraposición, la segunda parte del concierto fue mucho mejor, con más dinamismo y un gran papel de los diablos. Muchas de las escenas son calcos de Jesucristo Superstar, como la entrada en Jerusalén o la forma de caracterizar a muchos personajes (los romanos o Herodes).

Creo que es una obra que a la gente que no está muy metida en la vida de Jesús o que no la ha estudiado en profundidad le es muy atractiva e incluso puede ayudarle a profundizar más, pero para mi gusto hubo algunos aspectos en los cuales Toño tiene margen de mejora. En la presentación de los apóstoles, cuando presentan a Juan el Evangelista, le añaden el calificativo de “maricón”. Sé que para algunos autores, este evangelista podía tener una tendencia homosexual y haberse visto en algunos momentos incluso seducido por Jesús, pero no me pareció lo más conveniente caracterizarle de esta manera. En otro momento de la obra, aparece una televisión en la cual ridiculizan varias formas de ver la religión. Estoy totalmente de acuerdo y me parece sutil la comparación de los sumos y de los fariseos con la alta jerarquía eclesiástica, sobre todo en la frase “La religión es una cosa muy seria”. No me pareció tan acertada la ridiculización de un sacerdote vestido con sotana que promulga la Santísima Trinidad, creo que es un dogma de nuestra fe, y que había algunos discursos mejores si la intención era ridiculizar la fe inmóvil de muchos de nuestros pastores, y más si queda la sensación de comparar la Santísima Trinidad con una definición de Jesús visto como un extratrerrestre que hace curaciones mágicas. Tampoco me pareció bueno el remix del Señor de los Anillos, con el pasaje del camino de Emaús y la Magadalena al finalizar la obra. Creo que es una mezcolanza que podía acabar la obra de manera más sencilla y con un final más fiel al evangelio, utilizando un pasaje bíblico sin necesidad de alterarlo.

Musicalmente, aparte del aspecto comentado anteriormente, creo que es una obra un poco floja y que no ha sabe aprovechar del

Escena de 33 el musical de Toño Casado

todo los grandes músicos que tiene y los grandes vocalistas. Me faltó un poco de R’n’R, menos canción de misa. También alguna canción conmovedora, sólo resalto las canciones de la Virgen. Tengo la suerte de conocer al batería y al bajista de la obra, y tienen unas capacidades musicales inmensas, dado que son unos grandes músicos. Creo que se tiró de música enlatada y varias grabaciones, dado que había instrumentos que sonaban sin estar allí y sin ser tocados por el piano, y quizás algún playback, pero no estoy muy seguro. Hubiera cambiado algún papel más, María Virumbrales (María Magdalena) tiene una voz increíble, y sus canciones no le dejaban demostrar ese impresionante talento que posee.

Sólo hubo una cosa que me pareció realmente desastrosa y que creo que a nadie se le pasó por alto. Si en un musical, concierto o representación benéfica o con unas entradas de bajo coste no funcionan o fallan los micrófonos puede tener un pase, pero no me pareció nada bien que los micrófonos dejaran de funcionar en repetidas ocasiones teniendo en cuenta el precio de las entradas. Creo además que fueron por despistes del técnico, quizás por algún tipo de fallo en la mesa al no subir el volumen o quizás no quitar el mute. Son despistes o fallos que en una obra así no deberían aparecer.

Después de parecer el ogro de la película, quiero decir que me pareció una obra en general buena, que recomendaría ir a ver e incluso iría a verla si se cumplen las expectativas de Toño de presentar en la Gran Vía madrileña, pero tiene un largo camino que recorrer y necesita pulir estos pequeños detalles.

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