«Afirman conocer a Dios y lo niegan con las acciones;» Ti 1, 16a
@bearubis: ¿Devoción por la Semana Santa o por el folklore que se crea en ella? ¿Procesión de fe o desfile de lujos? ¿Vivirla como un cristiano o solo como cofrade?
Que la Semana Santa se ha espectacularizado, es un hecho. Ya no solo mueve pasiones, sino turistas. Es un acontecimiento que nos hace sentir orgullosos de nuestra ciudad. Es fácil escuchar a gente hablar sobre la Semana Santa como una semana de ilusión, nervios, respeto, devoción, esperanza… Sin embargo, durante esta semana, existe la misma facilidad para encontrar en las calles a aquellos que no duermen por ver una procesión, como a los que son incapaces de “madrugar” para ir un domingo a misa, ya que tristemente, son dos perfiles que se han hecho compatibles en muchas personas. Gente que venera una imagen y la cubre de lujos, pero que nunca ha dado una limosna a alguien que de verdad lo ha necesitado. Aquellos que rezan e imploran a Dios que la lluvia les dé tregua para poder lucir sus imágenes en procesión, pero que desconocen la existencia de la Vigilia de Resurrección en la que se celebra el acto más importante para la vida de un cristiano.
Esto no pretende ser un juicio, sino un llamamiento a vivir la Semana Santa desde la cristiandad. La Semana Santa se define como la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Esta celebración es de suma importancia para cualquier cristiano, ya que es cuando se recuerdan los acontecimientos principales en los que se basa su fe. Una Fe que, principalmente, cree en Dios y en la resurrección de Cristo; ¡No celebremos la muerte, sino la resurrección! Celebremos que Jesús venció a la muerte y abrió el camino hacia la vida eterna.
Así, los que realmente se involucran en la Semana Santa, aquellos que viven día a día las Cofradías y Hermandades, deben de tener en cuenta que la Semana Santa no son procesiones, ni todo el trabajo que hay detrás de ellas, sino una forma de vivir la Fe en Cristo durante todo el año y más especialmente durante esta Semana.
Con tanta lluvia durante la Semana Santa de los últimos años, quizá deberíamos empezar a plantearnos si Dios nos pide que dejemos de hacer de la muerte de su hijo mero espectáculo y folklore.