Black Mirror: «The National Anthem» (s01e01)

Publicado en 12 marzo 2014  

Black Mirror - The National Anthem@jmanu_barreiro:

«The National Anthem»  es el primer capítulo de la serie Black Mirror que introducía en este artículo.

La sinopsis de este capítulo es muy sencilla: la princesa Susannah de Inglaterra es raptada una noche y el secuestrador cuelga en pocas horas un vídeo en Youtube en el que expone las condiciones para su liberación: El primer ministro debe tener relaciones sexuales con una cerda (de las de verdad) mientras se retransmite en directo en todos los canales británicos a las 4 de la tarde.

Si no viste el capítulo y no quieres saber qué es lo que sucede no sigas leyendo, pues ahora vienen los

¡¡¡SPOILERS!!!

Este capítulo no narra ninguna situación futurista, las tecnologías que presentan son 100% actuales (twitter, youtube, televisión…) y las situaciones que nos presentan pueden ser totalmente verosímiles. Como en toda ficción, si nos ponemos quisquillosos con el capítulo, encontraremos cosas imposibles pero al no ser ésta la finalidad del artículo (si no el reflexionar sobre el mensaje que creo que transmite) no voy a entrar en ellos, aunque si os interesa en este artículo que encontré hablan de ellas.

Aclarado esto pongámonos manos a la obra.

La primera cuestión que podemos ver y que pienso que es la principal del capítulo es la democracia de las redes sociales.

La primera medida del gobierno es la de tratar de evitar que el vídeo salga a la luz y a los 9 minutos de ser publicado en Youtube lo retiran aunque ya es tarde, los usuarios no paran de colgarlo y por cada vídeo que retiran aparecen varios, provocando que a primera hora de la mañana las estimaciones indiquen que ya son miles de personas las que lo han visualizado.

También tratan de evitar que salga en los medios de prensa pero ya es trending topic en las redes sociales y algunos medios internacionales comienzan a hacerse eco, lo que crea malestar dentro de los medios nacionales y sobre todo entre la población.

Totalmente inverosímil ¿verdad?

Finalmente al gobierno no le queda otra que tratar publicamente con el problema y permite a los medios que retransmitan la noticia.

A partir de aquí los medios comienzan a crear eventos alrededor del tema: entrevistas, encuestas, mesas de debate (aquí también se puede ver como éstas se pueden manipular para evitar que el tema se encauce por donde no interesa).

Todo el mundo, los medios, el pueblo, los compañeros de gobierno y del partido hablan, debaten y deciden que es lo que tiene que hacer el primer ministro (todos menos él).

Al principio no hay problema pues las encuestas están a favor del ministro y están de acuerdo con que es una petición inhumana y que no debe ceder ante tal petición. De repente el secuestrador manda a un medio de comunicación un dedo amputado junto con un vídeo que en principio muestra que es el dedo de la princesa y enseguida lo emiten dando a entender que es de ella y obviando el detalle de que está sin demostrar científicamente que sea el dedo de ella (más tarde se demostraría que el dedo era de un varón e incluso bastante más mayor que ella)

La opinión pública cambia drásticamente dejándose llevar por el morbo y por la bola de nieve que va creciendo con la ayuda de los medios y sobre todo de las redes sociales. Sentenciando que el primer ministro debe ceder y cumplir con las condiciones del secuestrador.

Y aquí tenemos la cara B de esta democracia:

La misma que consigue que la gente esté al tanto de lo que sucede y lo comparta a pesar de que haya quien trate de impedirlo, también consigue hacer sentencias de juicios solamente con las pruebas científicas de sus opiniones y con la comodidad que se tiene al hacerlo detrás de una pantalla.

Esta práctica es ya muy vieja, y desde siempre ha sucedido que la opinión del pueblo puede influir en una sentencia para bien o para mal. Pero en la actualidad este poder colectivo puede que haya crecido y sea más poderoso (para mejor o peor). Antes apenas se podía oír la opinión de nuestros vecinos, ahora podemos escuchar la opinión de gente de todo un país o incluso del mundo entero.

Los mismos que no dejan que los «poderosos» oculten información también se dejan manipular por los medios. Me viene ahora a la mente lo que nos demostró Jordi Évole con su especial «Operación Palace»

¿A caso siempre que vemos una noticia destacable y/o morbosa nos ponemos a investigar la fiabilidad de las fuentes? o ¿dejamos que concluyan las investigaciones antes de emitir un juicio?

Finalmente encuentran la princesa libre en una calle mientras todo el mundo está pendiente de las televisiones. Llega a descubrirse que fue liberada media hora antes de tiempo (y que por lo tanto se pudo evitar el desenlace) pero se mantuvo oculto incluso para el primer ministro. Supuestamente por piedad, aunque curiosamente en un flashforward de un año se ve como los medios lo retratan como un héroe por salvar a la princesa. Algo muy ventajoso para el partido…

En este flashforward también se ve como la gente apenas se acuerda ya del tema, la princesa sigue con su vida con normalidad y el protagonista y su mujer también. Pero solo aparentemente, pues cuando están a solas en su casa se ve que la mujer del primer ministro aún no lo ha superado y que no le ha perdonado.

Hasta ahora no he dicho nada de la mujer pero es otro personaje a destacar. Esta figura puede representar a esas personas olvidadas cuando la opinión pública se mofa y denigra a alguien, a esas personas que sufren viendo como un ser querido es manipulado y menospreciado y que no tienen vela en el entierro, a esas personas que tienen que interpretar un papel de cara al público por amor a la persona juzgada mientras que en lo privado tienen que vivir un infierno por culpa de los demás.

Para finalizar dos figuras más:

La de los políticos que hacen de titiritero sin que les importe la dignidad de sus títeres y que hacen lo imposible por el bien de su partido (o por el suyo propio mejor dicho).

La del propio político que se deja llevar por su partido y por la opinión pública incluso cuando le están denigrando hasta tal límite.

¿Y todo para qué? ¿Por el poder? ¿En serio cree que tiene poder?

Y después de todo ésto, lo que me cuestiona de verdad este capítulo:

¿Hasta donde puede o debe llegar el poder de la opinión pública?

¿Debería de tener límites?¿Cuáles?


Fuente de la imagen: www.channel4.com

Categorías | Series

Un comentario en “Black Mirror: «The National Anthem» (s01e01)”

  1. Lo mejor de esta serie es que cada uno/a puede interpretar a su modo cada capítulo, yo solo he comentado algunas ideas que me surgieron cuando vi el capítulo pero me gustaría conocer las vuestras…

    Espero vuestros comentarios!


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